domingo, 22 de junio de 2014

Tratamiento y manejo

Cuando la médula espinal se daña, la médula espinal y las zonas de alrededor se hinchan. Durante este tiempo, las células nerviosas continúan deteriorándose. Una gran variedad de estrategias de tratameinto para limitar o retardar el proceso están bajo investigación.

Prótesis neurales

Un enfoque para tratar a las personas con lesiones de la médula espinal es compensar  la pérdida de las funciones mediante el uso de prótesis neurales para eludir las zonas dañadas. Esto se hace conectando dispositivos mecánicos con el sistema nervioso para compensar  la pérdida de las funciones motoras y sensoriales. Por ejemplo, las prótesis neurales para la sordera, conocidas como implantes de cochlear, se usan de forma común y han sido muy efectivas para mejorar la sordera. Las primeras prótesis neurales para los pacientes con lesiones de la médula espinal se están probando ahora. 

El Departamento de Control de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA por sus siglas en inglés) ha aprobado recientemente uno de estos dispositivos, una prótesis que permite el control básico de la mano. Los pacientes usan los músculos de sus hombros para controlar el dispositivo, y con entrenamiento, pueden realizar actividades de la vida diaria que serían incapaces de realizar sin éste, como el uso de los cubiertos, el servir una bebida, contestar al teléfono, y escribir notas.

Las prótesis neurales son complejas y contienen muchos componentes complicados, como estimuladores implantables, electrodos, cables y conexiones, sensores y sistemas programables. Hay muchas consideraciones técnicas a la hora de elegir cada componente. Los componentes eléctricos deben de ser tan pequeños como sea posible. La biocompatibilidad entre los electrodos y el tejido del cuerpo también es un elemento necesario para prevenir lesiones al paciente y daño al dispositivo. Las prótesis neurales deben de ser evaluadas por su utilidad y seguridad a largo plazo.

Más investigaciones y un entendimiento mejorado y aumentado de los circuitos cerebrales llevarán en su momento a hacer prótesis que puedan llevar la información sensorial al cerebro. Esto mejoraría tanto la seguridad de los dispositivos como la habilidad del paciente para realizar ciertas tareas. Algunos dispositivos que se están desarrollando hoy en día ayudarán a la gente con lesiones de médula espinal a ponerse de pie sin ayuda y realizar otras acciones usando señales del cerebro, en vez de músculos, para controlar el movimiento. En último caso, los investigadores serán capaces de utilizar reflejos o las habilidades generadoras de pautas que son innatas a los generadores de pautas centrales de la médula espinal para ayudar a la gente con lesiones de la médula espinal a andar.

Con la actual oleada de nueva tecnología, es difícil olvidarse lo lejos que ha llegado la ciencia médica en el tratamiento de las lesiones de la médula espinal. Tan recientemente como hace 50 años, la mayoría de los pacientes se morían unas cuantas semanas después de una lesión de la médula espinal debido a las complicaciones relacionadas con las infecciones o disfunciones del cuerpo. Hoy en día, los pacientes con lesiones de la médula espinal no solo sobreviven, pueden prosperar. Una vez que se ha estabilizado la lesión, la terapia física, además de avances en los dispositivos asistenciales, permite a los pacientes poder trabajar, viajar, competir en deportes y criar familias. Aún así, mientras que los años que vienen ofrecen promesas para la gente con lesiones de la médula espinal, los pacientes de hoy en día se encuentran con muchos retos en sus vidas diarias.

Como muchas otras enfermedades, educarse sobre la lesión que se tiene y el soporte de grupos especializados son unos de los mejores instrumentos para manejar la lesión y prevenir más complicaciones. 

Video prótesis neural:

Lesión de la médula espinal

El sistema nervioso está dividido en dos grandes secciones: el sistema nervioso periférico y el sistema nervioso central. El sistema nervioso periférico es una red de nervios por todo el cuerpo, que maneja todo desde la regulación del ritmo cardiaco a doblar la mano o el pie. También recibe información, mucha de la cual se manda al cerebro (ej. Dolor, temperatura). Esta información se analiza y se coordina en el sistema nervioso central. El sistema nervioso central está formado por la médula espinal y el cerebro. La médula espinal va desde la base del cerebro hacia abajo por el centro de la espalda y termina justo debajo de la cintura. Está formada por células nerviosas (neuronas) y largas fibras nerviosas llamadas axones que transmiten toda la información entrante desde el resto del cuerpo al cerebro y toda la información saliente desde el cerebro al resto del cuerpo. A diferencia de los nervios del sistema nervioso periférico, los del sistema nervioso central no se regeneran una vez que han sido lesionados. Así que cuando la médula espinal se lesiona, se sufrirá varios grados de parálisis si se han destruído los axones.

Hay dos tipos de lesiones de la médula espinal: completa o parcial. Si la lesión de la médula espinal es completa no hay ningún funcionamiento por debajo del punto de la lesión. Esto quiere decir que  no se tendrá ninguna sensación o movimiento voluntario y que amabas partes del cuerpo, por ejemplo los dos brazos, estarán afectadas. Una lesión completa puede resultar en parálisis de los cuatro miembros (cuadriplejia) o de la parte inferior del cuerpo (paraplejia).

En las lesiones parciales, es posible que se pueda mover un miembro más que los demás o que se pueda sentir más con un lado que con otro. El nivel de las lesiones incompletas puede variar de persona a persona, y puede afectar al cuerpo de formas distintas. Por ejemplo, una lesión en el C6 puede resultar en perder por completo el control de la mano, pero puede tener control de la muñeca. Una lesión del C5 puede privar al paciente del control de la mano y la muñeca, pero no del control del brazo y del hombro.

A parte de una pérdida de la sensación y del movimiento, las personas con lesiones de la médula espinal también pueden tener complicaciones con la vegija y los intestinos. Las lesiones de la médula espinal suelen afectar a la fertilidad en los hombres. Si la lesión de la médula espinal es alta, por ejemplo en C1 o C2, se puede necesitar un respirador o un marcapasos diafragmático para respirar bien.

Otras complicaciones que pueden surgir de una lesión de la médula espinal son la incapacidad de regular la presión sanguínea, tener la presión sanguínea baja, control reducido de la temperatura del cuerpo, incapacidad de sudar por debajo del lugar de la lesión y un dolor crónico. Las personas que tienen lesiones de la médula espinal también tienen un aumento de la susceptibilidad a las enfermedades respiratorias y disreflexia autónoma. 

La disreflexia autónoma es principalmente el resultado de la inhabilidad del cuerpo de controlar la presión sanguínea. Esto es una preocupación especialmente para las personas que tienen una lesión de la espina dorsal en el T6 o más alta. La señal encargada de "decirles" a los vasos sanguíneos que tienen que relajarse no se procesa debido a la lesión. Con la disreflexia autónoma, estos vasos sanguíneos permanecen contraídos intermitentemente, elevando así la presión sanguínea y posiblemente acarreando complicaciones mortales como un ataque de apoplejía. Suelen ser necesario métodos externos para bajar la presión sanguínea a unos niveles sanos.

Estadísticas

Aproximadamente 450.000 personas de los Estados Unidos tienen lesiones traumáticas permanentes en la médula espinal, y surgen más de 10.000 nuevos casos de LME. El 82 por ciento son de todas las LME son hombres y el 18 por ciento son mujeres.

Las lesiones en la médula espinal son muy comúnmente causadas por accidentes con vehículos motorizados. Las siguientes causas más frecuentes son las caídas y los actos de violencia. Las lesiones de médula espinal relacionadas con los deportes se producen más comúnmente en niños y en adolescentes, mientras que las relacionadas con el trabajo (especialmente trabajo en la construcción) predominan en adultos.

La mayoría de los pacientes con lesiones en la médula espinal tienen entre 13 y 30 años. Aproximadamente el 80% son varones. Esta preponderancia masculina se reduce alrededor de los 65 años, cuando las caídas se vuelven el mecanismo más común de lesiones en la médula espinal. Más de la mitad de este tipo de lesiones se produce en la zona cervical, es decir, en el cuello. Casi un tercio se produce en la zona torácica (donde las costillas se unen a la columna). El resto se produce en la zona lumbar, es decir, la parte baja de la espalda.

En la actualidad, no existe cura para las lesiones de la médula espinal. Sin embargo, las investigaciones en curso para probar terapias quirúrgicas y farmacológicas están progresando con rapidez. Se están examinando los tratamientos farmacológicos para prevenir el progreso de la lesión, la cirugía de descompresión, el trasplante de células nerviosas, la regeneración nerviosa y terapias farmacológicas complejas como medios para superar los efectos de las lesiones en la médula espinal.




Fuente: Christopher Reeve Paralysis Foundation. www.christopherreeve.org.
Cleveland Clinic. www.my.clevelandclinic.org 

La médula espinal

La médula espinal es la conexión principal entre el cerebro y el resto del cuerpo. Se encarga de recoger la información de los brazos, las piernas, el pecho y la espalda y la envía al cerebro. Esto nos permite sentir y tocar.
 Jairo Alfonso Tovar Franco. Curso de Neurobioquímica..www.javeriana.edu.co
La médula espinal también le permite al cerebro enviar órdenes y mensajes a los músculos del cuerpo. Estos mensajes nos permiten respirar, mover y caminar.

The Patient Education Institute. www.nlm.nih.gov
 
Los nervios que van desde la médula espinal hasta los brazos, las piernas, el pecho y el abdomen se llaman nervios periféricos. La médula espinal se encuentra en la columna vertebral y es protegida por las vértebras.
Las vértebras son estructuras óseas sólidas. Están separadas por discos suaves, los cuáles permiten que la columna vertebral se doble y gire. 
The Patient Education Institute. www.nlm.nih.gov  

El cuerpo humano tiene 24 vértebras movibles.
-7 vértebras cervicales, enumeradas de C1 a C7, contando desde arriba hacia abajo. 
-12 vértebras dorsales o pectorales, enumeradas de D1 a D12.
-5 vértebras lumbares, enumeradas de L1 a L5.
Las vértebras se nombran según su posición en la columna vertebral y reciben un número específico según su orden. El área sacra es una región fusionada no movible que se encuentra al final de la columna vertebral y está conformada por el sacro y el cóccix.


The Patient Education Institute. www.nlm.nih.gov  

Los nervios periféricos conectan la médula espinal a otras partes del cuerpo. Los nervios periféricos que van a los brazos se conectan a la columna vertebral en el área del cuello. Los que van al pecho y abdomen se conectan a la columna vertebral en el área dorsal. Los que van a las piernas y órganos sexuales se conectan a la columna vertebral en las áreas lumbar y sacra.
La médula espinal se extiende desde la base del cráneo hasta el área lumbar superior. Desde la vértebra L1 hacia abajo, todos los nervios van a las piernas y de la cintura hacia abajo.
The Patient Education Institute. www.nlm.nih.gov 

Si los nervios periféricos se lesionan se pueden sanar y regenerar por sí solos. Por ejemplo, si una persona pierde un dedo en un accidente y luego se lo reconecta con cirugía, los nervios pueden crecer nuevamente y el dedo puede volver a tener sensación.
The Patient Education Institute. www.nlm.nih.gov  

A diferencia de los nervios periféricos, si se lesiona la médula espinal, ésta no se regenera. Esto significa que si los nervios dentro de la médula espinal sufren daño, no pueden sanarse ni reconectarse. Por esta razón las lesiones en la médula espinal suelen resultar en parálisis permanente.


 
  The Patient Education Institute. www.nlm.nih.gov  



Videos Médula: 



















 















 


 Fuente: X-Plain Patient Education Institute. www.nlm.nih.gov